FUMOSTOP – Deja de fumar con tu Commodore 64
Ya por entonces el fumar preocupaba, no existían las leyes de hoy en día que tanto ayudan a dejar de fumar 
El Fumostop como hemos indicado, se realizó para el commodore 64 en formato disco. El progama en cuestión consta de 18 sesiones con el ordenador (3 de exploración y 15 de acción) .
Los requisitos para poder utilizarlo no eran demasiado elevados, un commodore 64, una unidad de disco y por supuesto el disco del programa. Ahora bien dado que la unidad de disco era un artículo menos asequible que el datassette, no tuvo mucha repercusión o tal vez no había demasiada gente dispuesta a dejar de fumar.
EL PROGRAMA
Estas reglas estaban orientadas a conseguir de una forma progresiva la reducción de los cigarrillos consumidos por día hasta dejar de fumar.
El programa para empezar te obligaba a rellenar una ficha con los datos personales: nombre, apellidos, edad, cigarros que fumas, etc. Luego con tus datos almacenados te proponía unos objetivos progresivos para cumplir con la ayuda del manual que acompañaba de complemento a la aplicación.
Pero comentemos un poco más quien era Álea S.A. Básicamente era una firma que realizó software de aprendizaje para diferentes plataformas como Spectrum, Msx, Commodore y Amstrad. Donde a la cabeza se encontraba su director Francisco Andrés, psicólogo y en la dirección Beatriz G.F. Valderrama también psicóloga. Por otro lado en sus trabajos, las ilustraciones las realizo Rafael Menendez Muñiz. Bueno pues bien, con está inquietud por el tema psicológico crearón más de un programa relacionado con este sector, entre ellos el mencionado FUMOSTOP o otros algo más conocidos dentro de su serie “Logicolor” : Autos locos, Manzanas y gusanos, Rehenes o la serie para los más pequelos “Lexa” formada por: El duende, el tesoro, el torreon y el oasis. Todos ellos vendidos en tiendas locales, en Galerías preciados y el Corte Inglés.
Lamentablemente nosotros no disponemos de ninguna copia preservada de este “maravilloso programa”. Si alguien lo tiene nos encantaría poder compartirlo. No deja de ser uno de esos pequeños tesoros escondidos que en su momento no fueron tan apreciados y ahora nosotros lo consideramos una pequeña maravilla y un trocito de historia del commodore.
